Es notable como algunos grandes directivos pueden llegar a comportarse, por ejemplo Steve Jobs al crear productos tecnologicos solo se preocupa de su parte estética dejando en segundo plano su función principal, al fin de cuentas demuestra el poder que puede tener una empresa guiada por el Marketing.
Claro que Jobs para llegar al puesto claramente tiene dotes de oratoria y poder de convencimiento, aunque parece no ser muy apreciado por sus empleados.
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